Son las caras de un pueblo dolido, "abatido". Es la historia de Jánovas, en Huesca. "!Que estés aquí y de repente te digan: afuera!".

Fue en 1961. La eléctrica Iberduero obligó a sus vecinos a abandonarlo para construir un pantano en esos terrenos. Todavía recuerdan la carta que les llegó. Toni Garcés, Vecino de Jánovas: "Tal día tiene que entregar las llaves en la oficina de Iberduero para proceder a la demolición de su casa. En caso de no haberlo hecho se demolerá igualmente"

Iberduero se quedaba con el pueblo. Tanto si los vecinos llegaban a un acuerdo con la empresa, como si no. En ese caso aparecían los agentes de expropiación: "Estando los niños dando clase cogió a la maestra de los pelos y le dijo: te he dicho que aquí no hay más escuela", explican.

El traslado fue muy duro, sobre todo para la gente mayorJesús Garcés, Vecino: "Que se fueron los abuelos". Sólo dos familias se quedaron y aguantaron de todo. Dicen que Iberduero les cortó la luz, los accesos al pueblo y les destrozó las cosechas. Resistieron 22 años. "En el 84 nos mandó la Guardia Civil para echarnos, la democracia". Y todo para nada. El pantano nunca se construyó.