Durante la jornada, que empieza a las 4:30 de la madrugada, y con un acceso poco común y casi ilimitado al presidente, volamos con Morales en su avión presidencial y en su helicóptero para cumplir con su apretada agenda. Vemos al presidente asistir a distintos actos en un baño continuo de multitudes, siempre aclamado por ciudadanos y cargos públicos.

¿Cuáles son las prioridades de Evo Morales al frente del gobierno boliviano?

Entre viajes, la aclamación constante por parte de todo el entorno y las preguntas que Jordi Évole plantea al presidente sobre la lucha contra el narcotráfico, las nacionalizaciones o cómo prioriza Morales sus acciones de gobierno, vemos las luces y sombras de un presidente que se ha convertido en un icono más allá de las fronteras de su país, con afirmaciones como que “nunca he impuesto un programa, yo ejecuto lo que me pide el pueblo”. 

¿Es eso populismo? ¿Pueden llevarle a ser antidemocrático algunos de los cambios que propone? ¿Qué papel juegan Venezuela y Cuba en la política boliviana? ¿Debe un gobierno delegar en la población la priorización de los programas que lleva a cabo?