Nuevamente, la policía es requerida, esta vez, para que marchen en búsqueda de un hombre que ha efectuado un robo con fuerza. Acuden primero al lugar del suceso para socorrer al hombre a quien, además de robar, lo han herido. Se encuentra tumbado en el suelo, con la espalda apoyada sobre una pared. Muestra dolor en sus expresiones. Explica a los agentes que entre varias personas le han dado una paliza sin motivo, aunque deja claro que no le han robado. 

Le piden su cartera y comprueban su documentación. Algo llama la atención de los agentes. La descripción del ladrón, aportada por sus compañeros, coincide con las características del hombre herido. Sospechan que pudiera ser él, el autor del robo. Requieren a los afectados por el hurto, a los que piden que identifiquen si ha sido este hombre el que ha intentado robarles.