Los agentes, alertados por el incumplimiento de una orden de alejamiento, piden la documentación a dos indigentes ubicados dentro de una cabina de un cajero automático. Ambos se resisten.

Sacan de la cabina a una de las mujeres con la que hablan. Dice que el hombre que las acompaña las ha agredido, y que ha sido la otra mujer quien ha llamado a la policía.  Cuenta, también, que esos dos habían sido pareja.

En el interior interrogan a los otros. La mujer, y ex pareja del hombre, cuenta que lo denunció con anterioridad por haberla agredido y que, llegados a juicio, se estableció la orden de alejamiento que prohibía que se acercara a ella.

Los agentes comprueban que la orden sigue vigente. La misma explica que ha sido ella la que ha ido a buscar al hombre porque se encontraba enfermo, y quería hablar con él acerca de su próximo juicio.

El hombre cuenta a los agentes, que ya ha estado detenido en más ocasiones por culpa de esta mujer. Dice que él se encontraba solo en el cajero hasta que ella ha llegado con bebida. La mujer comienza a gritar. No quiere que se lleven detenido al hombre, exclama que ha sido su culpa.