Entre consejos, propuestas de cambio, abandonos y enfrentamientos, Chicote intentará poner orden y encauzar un restaurante que se encuentra en la cuerda floja. Ofrecer a los propietarios de negocios de hostelería en crisis una última oportunidad para salvar su restaurante es el objetivo del nuevo espacio de laSexta. Un proceso complicado, tenso y hasta doloroso que puede convertirse en una Pesadilla en la cocina.

La Tana, un restaurante trasnochado

En el primer programa de Pesadilla en la cocina, Alberto Chicote viaja hasta Pinto (Madrid) para conocer La Tana, un restaurante de estética rock, capitaneado por un matrimonio que está viendo peligrar su negocio y su relación debido al pésimo funcionamiento de su local. Alberto Chicote tendrá tan sólo unos días para sacar a flote el restaurante. Pero no se lo pondrán nada fácil.

La cocina, gobernada por una mujer de carácter, parece una olla a presión a punto de estallar. Pese al convencimiento de sus dueños de que el problema es que ofrecen una comida más moderna y elaborada que la que pide el paladar de los vecinos, Alberto Chicote descubrirá  que la clave del fracaso se encuentra en las tres personas que manejan La Tana. Sin embargo, un solo vistazo del chef a la carta, el local y su decoración permite descubrir que el problema es otro: la comida deja mucho que desear, al local le falta identidad y los continuos enfrentamientos de la pareja delante de los clientes merman la confianza de quienes acuden a La Tana a comer o cenar con tranquilidad.

El difícil carácter de Alfredo, la excesiva susceptibilidad de la cocinera Claudia y el hartazgo de Fátima pondrán al límite la paciencia del chef, que se verá obligado a poner las cartas sobre la mesa y sacar a la luz los puntos débiles de cada uno. Algo que no a todos les resultará agradable.

Tras varios intentos de abandono, algunos enfrentamientos y ciertas dificultades para comprender la necesidad de un cambio colectivo de actitud, Alberto Chicote propone un giro imprescindible para que el restaurante, hoy a la deriva, retome el rumbo. Una nueva carta, trucos de cocina imprescindibles y un cambio de imagen en el local serán el punto de partida para que La Tana se convierta en un restaurante de referencia en Pinto.