Alberto Chicote ya lo dejó claro durante el reto del primer programa: “Un negocio ha de tener una identidad clara” y, a partir de ahí, un restaurante sólo tiene dos opciones “vivir o morir”. Pero lo cierto es que los resultados de su trabajo fueron estupendos y su labor en La Tana propició incluso la pedida de mano de su dueño a su esposa.

Ahora, una semana después de su gran estreno en televisión, Chicote asegura que al restaurante de Pinto (Madrid) 'La Tana' “le va mucho mejor”, al menos “mucho mejor que antes”.