Merche, la camarera, sirve a Alberto Chicote el menú de ‘El Yugo de Castilla’. El primer plato es una sopa castellana que el chef se piensa dos veces llevarse a la boca. Asegura que “sabe a pimentonazo, como a viejuno”, un plato que “me va a rematar a mí”. Tras devolverlo a la cocina, Cristóbal tira la sopa a la basura con cuchara y todo por si alguien se intoxica por haberla probado Chicote.

La camarera le trae el revuelto. Un plato apelmazado con el que el chef deja claro que lo que está comiendo “no es un menú anticrisis, es un menú anticlientes”. Prueba las chuletillas que están buenas, “por cosas como estas venía la gente antes”. Llega el lechazo y asegura que “las chuletillas era un espejismo” porque el asado “está hecho sin gracia”.