‘El Bodegón’ está a pleno rendimiento en el servicio de comidas. Dentro de la cocina, el caos comienza a formarse y Chicote no se entera de nada. “Esto es un cacao”, se sincera Ana.

Abraham está en cocina con su carácter autoritario, aunque sus empleados aseguran que “está relajado”. El propietario justifica sus voces porque “si no estoy con el látigo y la metralleta, esto no funciona”. El chef no da crédito a su manera de mandar y le compara con un “martillo mecánico”, por su manera de ‘taladrar’ al personal.