El chef se apresura a echar un vistazo a la cocina. Allí se encuentra Gloria, una peculiar cocinera a la que pone nerviosa la presencia de Chicote y le entra la risa nerviosa cada vez que le ve.

El cocinero ve unos mejillones a la marinera secándose en una cacerola. Gloria se justifica mientras Dámaris le echa la culpa a su hermana que es la que se debería ocupar de todo porque para eso es jefa. Sin embargo, Mª Ángeles está embarazada y asegura que ella sola con todo el trabajo no puede.

César, pareja de la hermana mayor, le cuenta a Chicote que llevan un año intentando delegar en las empleadas para quedarse tranquilos para cuando ellos no estén por el niño. Dámaris les echa en cara que lo que no quieren es llevar el negocio porque lo que están intentando es que ellas lo lleven. Además, la pequeña confiesa que le duele que su hermana no tenga en cuenta lo que hace y no se siente valorada.