Alberto Chicote quiere conocer la situación del negocio y la razón por la cual Pancho se fue de Cuba para  montar un chiringuito en la playa en Almería. El propietario cuenta que desde los 18 años ha trabajado detrás de una barra y se vino a España porque en su país no tenía libertad. Cuando llegó a Almería empezó con el chiringuito.

El primer año funcionó muy bien. Al ver ese éxito, decidió abrir un negocio alemán, pero no funcionó como esperaba y lo tuvo que cerrar. Perdió 30.000euros. Su fallo asegura que fue la ambición. “Lo tenias todo en la mano y se fue a tomar por culo”, comenta Chicote. Eso le afectó muchísimo y “me tiré a la locura”. Incluso pensó en abandonar todo e irse para Miami.

Sin embargo, Liz ha hecho que él tenga fuerzas y quiera salir adelante. “Ella, mis hijos, y el nene que viene”, confiesa el dueño. Pancho le explica que tiene que levantar como sea el chiringuito porque lo necesita. La situación actual es que tiene una deuda de 20.000 euros. Asegura que sacan para sobrevivir pero no para pagar las deudas. Chicote le aconseja construir un sistema de trabajo y que todo el mundo cumpla.