laSexta estrena una nueva entrega de Pesadilla en la cocina. En esta ocasión, Alberto Chicote visita El Rosal, en Córdoba, que de primeras parece más un culebrón que un restaurante.

La hija no se habla con su madre, los padres sólo se comunican discutiendo y la inexperiencia les lleva a cometer constantemente errores de principiante. Azotada por la crisis, esta familia perdió recientemente su casa y se lo juegan todo en un negocio del que saben bastante poco. Alberto Chicote tendrá que averiguar qué falla realmente en este restaurante regentado por los gritos, las lágrimas y las raciones desproporcionadas.

Una bomba de relojería en el negocio y en casa

Situado de camino a la sierra cordobesa, El Rosal es un restaurante familiar de gastronomía local que no consigue levantar cabeza. La inexperiencia, son novatos en el mundo de la hostelería y se les nota a diario, les lleva a ofrecer raciones desproporcionadas. Ejemplo de ello son los enormes flamenquines que sirven, pensando que la cantidad puede atraer a más clientes que la calidad. Además, los problemas personales afectan al negocio y las desavenencias familiares se trasladan a salón y cocinas. Las graves tensiones entre ellos provocan desagradables situaciones y la imposibilidad de ver las cosas con perspectiva para gestionar el negocio como debiera.

Mentiras, insultos y un matrimonio al borde del divorcio: la aventura de Chicote en El Rosal, la visita que se "complicó"

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Las constantes discusiones están destrozando un matrimonio que lo puso todo en el difícil negocio de la hostelería, después de haber perdido su casa y creyendo que el restaurante podría ser su tabla de salvación. Pero los problemas de comunicación – madre e hija ni siquiera se hablan -, las tensiones diarias y la falta de experiencia se están llevando por delante no sólo el negocio sino también el futuro de toda la familia.

Los gritos y las discusiones, protagonistas del restaurante El Rosal en Pesadilla en la cocina: "Va a ser más difícil de lo que pensaba"

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Durante su visita al restaurante, Alberto Chicote descubrirá que las versiones de cada miembro de la familia acerca del posible problema son tan radicalmente distintas que no va a resultar sencillo llevar a buen puerto el desafío de Pesadilla en la cocina en su periplo por tierras cordobesas.