"Estamos en presencia de una seudoconstitución, que no puede tener principios en función de su origen bastardo y espurio".

Estas palabras son de Miguel Ayuso Torres, catedrático de Ciencia Política y Derecho Constitucional en la Universidad Pontifica de Comillas y presidente de la Unión Internacional de Juristas Católicos. Hasta ahí, su alegría por la supuesta quiebra de la Constitución democrática sería sólo libertad de expresión o de cátedra.

Pero hay un detalle: Ayuso es también un teniente coronel en activo de las Fuerzas Armadas españolas, y, como tal, su primera obligación es defender la Constitución que tan poco valora.

Ayuso es un ultraconservador erudito, autor de una veintena de libros y conferenciante en muchos países. Uno de ellos, México, donde en 2007 explicó la Guerra Civil española como una verdadera cruzada.

Una particular visión de un militar particular, miembro del Cuerpo Jurídico Militar, o, lo que es lo mismo, imparte justicia a otros militares en nombre de esa Constitución y del Rey. Y si ya hemos visto lo que piensa de la carta magna, esto es lo que piensa sobre el Rey: “la república es la democracia. Hay un agotamiento del principio aristocrático y del principio monárquico”.

Ayuso forma parte de la extrema derecha carlista, no reconoce al monarca, se alinea con la Comunión Tradicionalista. De 2004 a 2010 fue jefe de la secretaría de Sixto de Borbón, quien cree ser el rey legítimo de España.

"La transición no es ni siquiera un mito, es una mentira". Estas declaraciones las realiza en un programa de televisión, el mismo donde también calificó de "legal" aunque "severa" la represión franquista tras la Guerra Civil.

Polémico, partidista, algo que se aleja mucho de la imparcialidad de la que debe hacer gala un militar. Y si no que se lo digan al Partido Popular, cuyo Ministerio de Defensa quiere ascenderle pese a haber dicho que la de Franco “es la democracia cristiana autoritaria, y la democracia cristiana es el Partido Popular”.

En fin, cientos de comentarios por los que el código disciplinario militar podrían sancionarle con cientos de faltas graves, en especial por el de la Constitución y la Monarquía.

Pero en lugar de eso, Ayuso será premiado, en medio de acusaciones de amiguismo, una práctica ilegal de la que él mismo dijo en televisión que estaba destruyendo las Fuerzas Armadas.