El documento, que se ha
hecho llegar a los departamentos de salud para que lo manejen e incluyan las
propuestas de uso del lenguaje en los escritos oficiales, recomienda feminizar
profesiones y cargos, el uso de dobles formas o utilizar palabras del género
femenino que expresan universalidad.
Así lo han indicado
fuentes de este departamento, que han destacado que en otras administraciones
se han desarrollado documentos similares a este, presentado recientemente, y
que sirve para dar pautas de uso de un lenguaje neutral o recomendaciones a los
trabajadores ante las dudas que presentaban en este sentido.
En la Guía, la
Conselleria de Sanidad explica que el lenguaje es "un fenómeno social,
dinámico, flexible y transformador" en el que se pueden reflejar las
desigualdades en el trato y las oportunidades entre mujeres y hombres. En esta
línea, añade que el uso no sexista del lenguaje contribuye a
"comportamientos y conductas personales y colectivas respetuosas con la
igualdad de género y la diversidad en nuestro entorno".
El texto señala que se
suele justificar un uso del masculino diciendo que es genérico y abarca ambos
géneros, por el principio de economía lingüística o por razones de estilo,
aunque considera que es un tópico falso.
Por este motivo,
considera que es necesario realizar cambios en el uso del lenguaje usado de
forma habitual "para que pueda nombrar a las mujeres que son atendidas en
los servicios sanitarios o en el entorno laboral, para que se hagan visibles y
contribuya a definirlas como personas con identidad propia y no supeditada al
genérico masculino".
Así, algunas
indicaciones "útiles" son la feminización de profesiones y cargos
(evitar anteponer el artículo femenino seguido de sustantivo masculino, como la
médico o la presidente, y optar por la jefa de servicio, la directora médica o
la farmacéutica); evitar el nombre del colectivo (el personal sanitario,
facultativo o de enfermería); evitar el masculino genérico para incluir mujeres
y hombres (los enfermos por las personas enfermas, los ancianos por las
personas mayores) y usar palabras del género femenino que expresa
"universalidad" (la persona, la ciudadanía o la administración).
Asimismo, recomienda
aludir al órgano y no a la persona (la dirección, la gerencia, el servicio
de..); usar pronombres no marcados de género como quien o quienes en
sustitución de 'el', 'los' o 'aquellos'; eliminar el artículo en sustantivos
neutros al género (citar a pacientes, convocar a representantes de la
asociación...); eliminar el sustantivo y sustituirlo por 'se' en el caso de que
lo permita la claridad de la redacción o utilizar barrados en impresos
(interesada/o, el/la celadora o hija/o).
En esta línea, también
propone buscar frases o expresiones alternativas (según manifiesta algunos
pacientes por hay pacientes que manifiestan; algunos investigadores de la
diabetes por algunas investigaciones sobre al diabetes, etc); sustituir
construcciones copulativas que exijan adjetivo en masculino por otras (estar
comprometidos con al sanidad por tienen compromiso con la sanidad) o uso de
dobles fórmulas (las y los enfermeros, el y la médica).
En la redacción de
correos electrónicos o comunicados aconseja personalizar siempre que se pueda,
usar la barra intentando alternar (estimadas compañeras/os, estimados
amigos/as) y en uso de la arroba en comunicación informal.
La Conselleria propone
una serie de palabras para sustituir por otras: infancia, criaturas, menores o
niñez para evitar el término niños; clientela en lugar de clientes; ciudadanía
por ciudadanos; enfermería o personal de enfermería por enfermeros/as;
descendencia por hijos; personal o plantilla por empleados; personal médico por
doctores; dirección por director; autoría por autores; alta voluntaria a
petición propia por alta voluntaria del paciente y acudir a su consulta médica
habitual por acudir a su servicio médico habitual, entre otras.