Todos junto a él, como lo han hecho durante los 11 años que ha durado su enfermedad. La familia Suárez Illana al completo ha acompañado a Adolfo Suárez en su última estancia en el Congreso: sus hijos y sus nietos no se han separado del féretro del expresidente.

Ellos, además de despedir al primer presidente de la democracia, estaban diciendo adiós al padre y al abuelo. Sus rostros reflejaban el duelo pero también la serenidad con la que en todo momento se han enfrentado al anunciado desenlace.

No se han despegado de Adolfo Suárez, pero los conocidos y amigos de su padre tampoco les han dejado solos a ellos. Amigos como el Rey, que uno a uno les ha saludado con gran cariño, demostrando la fuerte unión que Suárez y él compartieron durante cuarenta años. La familia del expresidente han mostrado al monarca la misma lealtad que siempre le manifestó Suárez.

Pero este lunes, casi 38 después de que Adolfo Suárez fuera nombrado presidente, miles y miles de españoles han querido despedirse de él. Un homenaje popular que ha reconfortado a los hijos, tal y como podía verse en sus caras: entereza en Laura, en Sonsoles, en Javier -el que más se parece a su padre- y en Adolfo, el mayor y el que ha vuelto a ejercer como representante de la familia. Él ha sido el que más veces se ha levantado para recibir el cariño de todos aquellos que querían a Adolfo Suárez.

La familia  Suárez Illana está viviendo unas largas horas de duelo protocolario en las que han habido gestos espontáneos como el de Pablo sentado en las rodillas de su padre, y Adolfo dándole un abrazo. La solemnidad rota por la despedida a un padre y a un abuelo que han tenido que compartir con todos los españoles que han querido darle las gracias.