En un día muy marcado en el Congreso de los Diputados por la votación de la modificación de la Ley de Justicia Universal y de la Ley del Aborto, ambas impulsadas por el Partido Popular, el diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares ha hablado con 'Más Vale Tarde' para criticar al Gobierno de Rajoy. "El Gobierno prefiere derogar los derechos humanos a cambio de unas hipotéticas inversiones en nuestro país", ha comentado.

Lo que más ha molestado al político ha sido la intención de dejar de perseguir crímenes como el asesinato de José Couso o las situación en el Tíbet y el Sáhara: "La ley que quieren imponer no sólo deroga lo que suceda a partir de ahora, sino que pretende que se proscriban todos los juicios que están abiertos".

El diputado tiene claro que el culpable es Mariano Rajoy: "Recientemente se ha producido una entrevista entre Obama y Rajoy y esta es la conclusión, aparte de los barcos que vendrán en operación militar a las bases de Rota y Morón". "Para ellos los derechos humanos están subordinados a la política y, en este caso, a la política comercial", acusó.

"El Gobierno se deja presionar por Estados autocráticos que tienen relaciones con este país, y prefiere derogar la justicia personal a cambio de unas pocas hipóteticas inversiones de esos gobiernos en nuestro país", continuó. Para Llamazares, Rajoy se ha 'bajado' los pantalones: "Es el resultado de las relaciones que ha establecido Rajoy en la reciente foto con Obama y también de las presiones del Gobierno chino".

EN CONTRA DEL VOTO SECRETO
"Yo no hubiera propuesto el voto secreto", ha asegurado Gaspar Llamazares sobre la votación acerca de la 'ley Gallardón'. "Me imagino que hay disidencia entre los diputados del PP, pero creo que la voluntad real es la de los ciudadanos, que no comparten la iniciativa legal, ni siquiera los votantes del PP", aseguró. Preguntado sobre en qué nos la jugamos más en España, justicia universal o aborto, fue contundente: "Forma parte de lo mismo, forma parte de un retroceso en derechos y libertades a cambio de un supuesto negocio". "España va a dejar de ser la referencia de la defensa de los derechos humanos a cambio de un hipotético negocio con EEUU, con China y con Rusia", ajustició.

"Esto ya no es la Marca España, es la marca de Caín: fuimos el precedente de la lucha contra la impunidad en Argentina, en Chile y en Centroamérica, pero ahora no sólo nos olvidamos de nuestro pasado, si no que no queremos saber nada de la lucha penal internacional contra cualquier vulneración de los derechos humanos: genocidios, crímenes de guerra...", sentenció.