El debate del aborto vuelve a Europa, pero también a España. Así se puede observar en los múltiples carteles que han aparecido en 260 marquesinas de autobús de 33 ciudades, en los que se puede leer: "Rezar frente a una clínica abortista es genial". Los ha pagado la Asociación Católica de Propagandistas, y añaden que "este mensaje podría ser cancelado por la inminente reforma de la Ley del Aborto".

Aunque cada cual es libre de rezar o no, así como de estar a favor o en contra del aborto, lo cierto es que incitar a rezar frente a estos lugares, que es manifestarse, es acoso; se rece, se cante o se baile. De hecho, el Congreso aprobó convertir estos acosos en delito. Así que eso no, y más aún cuando hay quien coloca -y paga- 260 carteles, puesto que eso es planear y organizar una práctica de acoso. En laSexta Clave hemos repasado de qué va esta Asociación Católica de Propagandistas.

La periodista Alba Blanco ha explicado que esta organización busca distanciarse -al menos en forma- de otras como Hazte Oír, pero el símil es más que evidente. Así se definen en la última de sus campañas a la que pertenecen esos carteles: "Como una legión de espíritus libres que ha venido a este mundo enrarecido -según ellos- para dar voz a gente normal, que ha sido cancelada por decir cosas de sentido común". Uno de los protagonistas de este gurpo es Jesús Poveda, profesor universitario y médico antiabortista.

Poveda ha sido detenido en más de 20 ocasiones por extorsionar a las puertas de las clínicas a mujeres que van a abortar. Con una calavera en la mano y con el rostro oculto casi todo el tiempo, defiende lo que él llama sus 'operaciones rescate': "El que no aporta soluciones forma parte del problema, y el que aporta aunque sea solo una sonrisa en la puerta de una clínica está salvando una vida y puede hacer quiebros al destino", ha llegado a decir.

Por desgracia, a muchas las ha convencido contra su voluntad; a como él, otros miembros de la asociación que "rezan" -eso dicen- a las puertas de las clínicas. No obstante, muchas veces su 'modus operandi' va más allá: abordan a esas mujeres y, una vez se derrumban, les muestran su ecografía, que realizan en una ambulancia aparcada estratégicamente. A ellos les parecerá "genial" -según los carteles-, pero los datos demuestran, además de ser ya delito, la gravedad de sus hechos.

Esto de ir contra la libertad de las mujeres a través de su propaganda no es nuevo. Por ejemplo, otro cartel contra la igualdad de género vistió paradas de metro y marquesinas en 31 ciudades españolas con motivo del último 8M, Día de la Mujer. El último enemigo de este grupo, además del aborto -y parece ser que las mujeres también, es la eutanasia. Esta agrupación fue la autora de una enorme lona de 500 metros cuadrados desplegada en una de las principales arterias de la capital.

En ella se podía leer '¿Eutanasia? Debate secuestrado'. El día que se aprobó esta ley, que fue histórico en España; mientras salía adelante, protestaron a las puertas del Congreso de los Diputados al más puro estilo la Casa de Papel, tapados y con caretas. Algunos líderes de Vox, como Abascal y Espinosa de los Monteros, se unieron a ellos para apoyarles. Porque algunas de sus juventudes, ultracatólicos y ultraderechistas componen gran parte del colectivo.