Seductor sin darse cuenta. Es un seductor natural, le viene de serie. Un cuerpo de escándalo, una actitud desafiante pero tierna a la vez, un punto canalla, pero de buen corazón.

La calle es su gimnasio. Pese a su enorme talento, los muchos problemas económicos y familiares podrían haberle llevado por el mal camino. Por suerte, el parkour se cruzó en su vida y Sergio se ha transformado, de forma completamente autodidactica, en un auténtico portento de esta disciplina extrema de escalada por edificios y mobiliario urbano.

Hijo coraje. El parkour no sólo salvó su vida, sino la de su familia. Gracias a su habilidad ha encontrado trabajo de animador y puede soportar con sus ingresos a los 6 miembros de su familia. Su madre lo adora: "es un luchador nato y no tiene ninguna duda de que va a ser el ganador".