Ryanair se dio a conocer en España en julio de 2007, regalando billetes de avión en plena calle. La idea se convirtió en un problema de orden público. Una estrategia de marketing extraordinariamente agresiva, como la que puso en práctica un año más tarde. En Agosto de 2008, la compañía irlandesa promete regalar en Madrid 200 billetes de avión. Eso sí, para volar gratis hay que recogerlos en bañador. Así Ryanair se convierte en noticia. Y de paso la publicidad le sale gratis. Detrás está él: Michael O´Leary es el cerebro.

Cuando Ryanair decide crear este nuevo producto, lo tiene que publicitar de la forma más barata posible. Vivimos en la sociedad del espectáculo. Todo lo convierte en un espectáculo, cosas tremendamente llamativas. Es difícil saber, cuando habla el señor O’Leary, si el que está hablando es el gerente de Ryanair o el director de marketing de la compañía buscando una campaña publicitaria barata.

Para reducir costes utiliza todo lo que tiene a mano. Cada año publica un polémico calendario con azafatas de la compañía.  O como él las llama, las “camareras del aire”. Su publicidad es tosca, pero funciona. Lo que quiere es que no se le tome en serio. Quiere transmitir que es un autobús de línea que te lleva por un precio muy barato a cualquier sitio del mundo”.

El día que la expresidenta de Madrid coge un avión de Ryanair, la compañía lo publicita. Repite la misma fórmula con otras personalidades. Son protagonistas involuntarios de las ofertas de la ‘low cost’. Con Sarkozy y Carla Bruni, la broma le cuesta a Ryanair 60.000 euros de indemnización.

Según FACUA, “además de utilizar la imagen de personajes públicos, han llegado hasta el extremo de decir que se iban a ofertar felaciones en un avión por parte de los tripulantes de cabina. Lo dice y luego plantea que es una mala traducción, pero se aprovecha de aparecer durante una semana entera en los medios de comunicación”.

“Él mismo en sus memorias dice que no importa el tipo de publicidad, no importa que sea buena o mala, lo importante es que hablen de ti. Lo reconoce y ese es su esquema de trabajo”, afirma un experto en comunicación.

El hombre de las mil caras ante las cámaras, es mucho más que un bufón de las nubes. El corresponsal de EFE en Irlanda cree que “Michael O´Leary es posiblemente el empresario irlandés más exitoso, y uno de los más exitosos de Europa. Cogió de la nada una aerolínea familiar, de ámbito nacional y la ha convertido en una aerolínea global, llegando a transportar 80 millones de pasajeros”.

Copia el modelo de Southwest, la primera aerolínea low cost del mundo. Cuando llega a Europa coge ese modelo original y consigue eliminar todo lo accesorio, todo lo superfluo, todo aquello que supone un coste pero no está estrechamente ligado a lo que es el viaje. Le quita todo el glamour a la aviación y crea un nuevo producto que son los autobuses más rápidos que hay en el mundo.

Cultiva su aspecto campechano, presume de hablar claro y de decir las cosas a la cara. Michael O´Leary, un ejecutivo atípico de 51 años. No tiene secretaria y considera las vacaciones una pérdida de tiempo. Vive en una granja a una hora de Dublín, con su mujer y sus cuatro hijos. Acude a diario a trabajar en su Mercedes con licencia de taxi. Así se ahorra atascos y combustible. El presidente de Ryanair cobra 1,2 millones de euros anuales. Dice que es el ejecutivo peor pagado e infravalorado de Europa. Se le calcula una fortuna personal de más de 600 millones.