El mapa municipal y autonómico que dejaron los comicios del 24-M tiñó de rojo y morado comunidades y ayuntamientos, la mayoría fruto de acuerdos de gobierno o investidura entre los socialistas y Podemos o sus confluencias municipales. La dirección de Podemos dio una consigna a sus líderes territoriales: no entrar en gobiernos presididos por el PSOE. Así, parte del nuevo mapa autonómico se configuró a través de acuerdos y pactos de investidura con los que la formación morada —que quedó por detrás del PSOE en las urnas— aupó a los socialistas en diferentes autonomías. Poco más de un año más tarde, Podemos ha anunciado la ruptura del acuerdo con el que el socialista Emiliano García-Page se convirtió en presidente de Castilla-La Mancha. Como ésta, otras cinco comunidades autónomas se sostienen con el apoyo de Podemos a los socialistas.

A nivel local, algunas de las candidaturas municipalistas en las que se incluía Podemos sí lograron quedar por delante de los socialistas en los comicios. Madrid, Barcelona, Zaragoza, Cádiz, A Coruña, Badalona y Ferrol tienen gobiernos morados gracias al apoyo del PSOE. También hay ciudades en las que se repite el esquema de las comunidades autónomas: gobierno socialista con apoyo de Podemos. Oviedo, Alicante, Castellón, Las Palmas y Córdoba son ejemplos de ello. Algunas candidaturas municipales, que actúan con autonomía respecto de la dirección estatal de Podemos, han decidido posteriormente sumarse a los gobiernos municipales socialistas, como en el caso de Móstoles. Desde la dirección estatal indican a ObjetivoXtra que Podemos decidió no concurrir con su marca a las elecciones municipales, por lo que no tiene un seguimiento de en qué municipios candidaturas que cuentan con su apoyo —ya sea integrándose en ellas o simplemente haciendo campaña por las mismas— sirven como sustento de gobiernos socialistas.