No es la primera vez que el líder de Unidos Podemos, Pablo Iglesias, aprovecha la sesión de control al Gobierno en el Congreso para afear a Mariano Rajoy el uso que su Gobierno está haciendo del veto presupuestaria a proposiciones de ley de la oposición. Ya lo hizo en octubre, y este miércoles ha vuelto a repetirlo. Iglesias aseguró que el Ejecutivo de Rajoy ha vetado “hasta 23 iniciativas” y destacó que con dos ellas se ha producido “un conflicto de atribuciones entre el Gobierno y la Mesa del Congreso”, además de generar cierto revuelvo en el Hemiciclo al asegurar que al presidente “se la bufa” —y otros muchos sinónimos de la expresión— el informe de los letrados del Congreso en el que defienden la “excepcionalidad” del uso del veto.

En su respuesta, Rajoy defendió que ese veto que permite al Gobierno frenar la toma en consideración de cualquier iniciativa que afecte al ejercicio presupuestario es una “facultad constitucional” que además “han ejercido siempre los gobiernos desde hace 40 años en España con absoluta normalidad”.

RAJOY: UN VETO CADA DIEZ DÍAS

El Congreso de los Diputados solo hace públicos los vetos del Gobierno una vez que la Mesa ha resuelto sobre ellos, pero Moncloa sí facilita los datos actualizados. El Gobierno del PP ha presentado 24 vetos a proposiciones de Ley desde que arrancó la legislatura, lo que supone alrededor de un veto cada diez días.

Para saber si ese uso de esta facultad constitucional se enmarca dentro de la “normalidad” de la que hablaba el presidente del Gobierno, hemos comprobado qué hicieron los gobiernos anteriores. Según datos de Moncloa, el ex presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero vetó 22 proposiciones de Ley en el Congreso en sus casi cuatro años de legislatura. Rajoy ya lo supera en solo siete meses.

El propio Rajoy no usó esta fórmula en la legislatura anterior porque le bastaba con su mayoría absoluta para tumbar la toma en consideración de las proposiciones de ley en el Congreso. Tampoco la utilizó José María Aznar en sus dos legislaturas, según indican desde Moncloa. El socialista Felipe González vetó 18 proposiciones de ley entre 1982 y 1986 y en posteriores legislaturas se limitó al veto de enmiendas y tampoco usó esta prerrogativa.

Frente a estos datos, los números que acumula hoy el Gobierno de Rajoy suponen algo más de un veto cada diez díaz. Han quedado atrapadas bajo el veto del Gobierno medidas como la supresión de tasas judiciales, la revalorización de la pensiones o la proposición de ley de su socio de investidura, Ciudadanos, sobre autoconsumo eléctrico, propuesta incluida en el pacto que ambos partidos sellaron en octubre. Hay veto incluso a una proposición de ley del Parlamento de Galicia, donde el PP tiene mayoría absoluta, que pide transferir competencias y titularidad de una autopista a la Comunidad Autónoma.

VETOS PRESUPUESTARIOS

DOS DE LOS VETOS LLEGAN AL TC

Mientras Rajoy seguía defendiendo un uso “normal” del veto presupuestario, enmarcado en el que de él han dado otros presidentes del Gobierno, obviaba que la discrepancia entre Gobierno y Congreso ha llegado hasta el Tribunal Constitucional. De los 24 vetos del Gobierno, la mesa ha aceptado 14, ha pospuesto la decisión en 8 de ellos y ha decidido seguir adelante en dos casos contra el criterio del Gobierno. Se trata de dos proposiciones de ley socialistas —una sobre la paralización de la LOMCE y otra que pide garantizar la igualdad en las condiciones laborales de los trabajadores subcontratados— sobre las que el Ejecutivo ha interpuesto ante el TC un conflicto entre órganos constitucionales.

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El presidente del Gobierno “olvida” demasiados datos necesarios para juzgar si el uso que su gabinete está dando del veto presupuestario se enmarca dentro del “que han ejercido siempre los gobiernos desde hace 40 años en España con absoluta normalidad”. Podemos decir que sus declaraciones son, por tanto, una MEDIA VERDAD.