Jesús Espinosa / @_jesusespinosa_

La ministra de Empleo escribió este artículo de opinión y ofreció datos sobre la presunta recuperación económica. Se vanaglorió de, sobre todo, varios aspectos del empleo creado durante 2017.

Antes de explicar los datos que la ministra no quiso escribir en ese artículo, el equipo FACT ha comprobado los números que ella ofreció.

“Los contratos indefinidos aumentaron en 2017 un 12,6% y los temporales un 7%”

El primero de los datos que ofreció la ministra fue: “La realidad muestra que el empleo indefinido en 2017 se incrementó un 12,6%, mientras que la contratación temporal lo hizo al 7%”. Con los datos de Empleo en la mano, lo que dice la ministra ES CIERTO. De enero a noviembre de 2017, el total de contratos indefinidos ha aumentado un 13% mientras que los temporales lo han hecho un 8,2%.

“Hoy trabajan más mujeres que nunca”

Por otro lado, ella también escribió en el artículo que, actualmente, hay más mujeres trabajando que nunca. Este dato es, en cambio, ENGAÑOSO. Si acudimos a los datos del Ministerio de Empleo, encontramos que diciembre de 2017 no cerró con el dato más alto de afiliación de mujeres en porcentaje, porque éste corresponde a abril de 2016, en donde había un 46,45% de afiliadas. Aunque en millones de personas, diciembre si cerró con el número más elevado: 8.554.022.

“España ha pasado de destruir 1.500 empleos al día a finales de 2011 a crear 1.700 empleos diarios en 2017”

Este otro dato es CIERTO, aunque la ministra redondea. Es verdad que se ha pasado de destruir empleo a crearlo (luego entraremos en la calidad de dicho empleo). Según Empleo, en el último trimestre de 2011 se destruyeron 130.391 empleos, lo que implica un ritmo de 1.448 empleos destruidos. En cambio, durante 2017 la afiliación media aumentó en 611.146. Es decir, 1.674 empleos creados al día (y no 1.700, como asegura la ministra).

Los contratos temporales más precarios, los de menos de un mes (entre los que están incluidos los contratos por semanas, por días o por horas) no llegan ni al 1% del total”

La ministra también hizo mención a los contratos temporales. Según ella, los temporales no representan ni un 1% del total de asalariados. Y es cierto. En concreto, el primer trimestre de 2017 se cerró con un 0,87% de asalariados con un contrato de menos de un mes. La ministra termina su argumento diciendo: “Y algunas personas sufren en exceso la temporalidad”.

Lo que no dice la ministra es que “algunas personas” son cerca del 30%, que es el dato que arroja la tasa de temporalidad que elabora el INE. “El número de asalariados crece este trimestre de 2017 en 216.400. Los que tienen contrato indefinido aumentan en 67.500 y los que disponen de contrato temporal en 148.900. La tasa de temporalidad sube 57 centésimas, hasta el 27,38%”, dice la EPA.

Lo que la ministra no explica con sus datos: ‘el juego de las sillas’

Hemos hablado con Marcel Jansen, analista económico de la Universidad Autónoma de Madrid y miembro de FEDEA: “Si comparamos el total de contratos que hoy se firman con los que se firmaban antes de la crisis, vemos como hoy en día se firman más contratos pero con un nivel de empleo menor”. ¿Por qué ocurre esto? “Sencillamente porque se firman más contratos pero que duran mucho menos tiempo”, prosigue.

¿La tasa de temporalidad son solamente personas que renuevan su contrato de trabajo temporal? No exactamente. Así lo explica el experto: “la situación de los nuevos contratos temporales se puede explicar como el juego de las sillas”. “Muchas personas buscan empleo y cuando unos cuantos lo encuentran, lo mantienen durante poco tiempo. Después, se les termina; por lo que otra vez a dar vueltas al juego de las sillas”. Esto es, prosigue Jansen, “que muchas personas acumulan en muy poco tiempo muchos empleos y no son capaces ni de ganar el SMI a nivel anual”.

Según explica, y se puede comprobar en su investigación ‘Recen trends in the use of temporary contracts in Spain”, ha aumentado en los último dos años los contratos que de muy corta duración. “El 26% de los contratos de los últimos 2 años duran menos de una semana". Y eleva una voz de alarma: “Este problema no es residual. Hay sectores proclives al uso de estos contratos, como por ejemplo la hostelería. Pero estamos viendo que está aumentando preocupantemente en otros sectores más estables como a industria”.

De hecho, “no tiene por qué haber contradicción entre los datos de la ministra y los nuestros”, asegura Jansen. “La ministra considera una foto fija (o stock) los datos que ofrece. Estos significa que infravalora la temporalidad y la precariedad, porque los datos de stocks ignoran la existencia de rotación". Es decir, "elige el indicador que menos refleja la precariedad existente". "Nosotros, en cambio, tenemos en cuenta el flujo". "Ese es el motivo por el que los datos de la ministra son un tanto engañosos”, insiste.

Es decir, y a modo de resumen, hay más contratos laborales que antes de la crisis, pero con mucho menos empleo y con una duración menor. “No hay que hacer lecturas estratégicas de los datos. Estos indican que tenemos más precariedad con contratos de menor duración, y las medidas han sido insuficientes. "Hay que reconocer el problema y diseñar soluciones eficaces que abordan la raíz del problema y no poner parches como se ha hecho hasta ahora", termina.