Carlos Orquín (@corquinor) / Miriam Ruiz Castro (@MiriamRuiz_)

En plena resaca de los atípicos comicios autonómicos en Cataluña, los partidos afinan sus argumentarios para pintar los resultados electorales del color que más satisfaga a sus intereses políticos. La cita con las urnas dio a Ciudadanos su primera victoria de la historia, pero a Inés Arrimadas no termina de salirle la suma para convertirse en presidenta de la Generalitat. Y en el partido naranja tienen ya sus culpables: el “hundimiento” de sus posibles socios y la “injusta” ley electoral.

Uno de los puntos fuertes en el argumentario de Ciudadanos tras el 21D es que sus resultados son un “hito sin precedentes” porque ha vencido por primera vez en Cataluña “un partido constitucionalista en 37 años de elecciones autonómicas”. Lo ha dicho Albert Rivera, que reseñó esta hipotética hazaña tras la primera reunión ejecutiva del partido en 2018, y también Inés Arrimadas en una entrevista en Telecinco dos días después, en la que dijo textualmente: “Nuestra victoria, aparte de ser histórica porque nunca un partido constitucionalista había ganado en escaños y en votos, es muy útil para que todo el mundo entienda que no toda Cataluña se quiere independizar”.

El partido naranja ha recurrido en varias ocasiones a esta fórmula interpretando que la antigua federación Convergència i Unió, que cosechó la mayoría de victorias electorales en las elecciones autonómicas hasta su disolución en 2015, no era “constitucionalista”. Lo hace a pesar de que el partido mayoritario de la unión, Convergència, no llevó en su programa la independencia de Cataluña hasta 2015, y por lo tanto hasta entonces había acatado siempre la Constitución. Sin embargo, aun aceptando esta premisa, sí hay un partido no nacionalista catalán que en dos ocasiones ganó las elecciones catalanas: el PSC.

Los socialistas ganaron las elecciones de 1999 (1.183.299 votos, 38,21% y 52 escaños) y 2003 (1.031.454 votos, 31,16% y 42) a CiU, aunque no superaron a CiU en escaños debido a la misma ley electoral de la que se queja Ciudadanos. Aquí es Albert Rivera quien tira de argumento engañoso, porque Arrimadas sí especifica que la victoria de Ciudadanos es “en escaños y en votos”. Desde Ciudadanos aseguran a El Objetivo que "el PSC de Maragall y Montilla fue en muchos aspectos más nacionalista que los nacionalistas" —porque pactó con ERC en el famoso tripartit—. El argumento tampoco se sostiene: ni el PSC ha dejado de acatar nunca las resoluciones del Tribunal Constitucional, ni ha defendido nunca la independencia de Cataluña ni nada que no sea el marco de la actual Constitución española de 1978.