Para Iglesias, la casta son “los mayordomos de los poderes económicos y los bancos, la gente que no representa a los ciudadanos, la que gobierna en contra de los intereses de la mayoría en situación de privilegio”. “Hablamos de los que toman las grandes decisiones, los que insultan a los ciudadanos, los que acaban en consejos de administración, los que hacen ruedas de prensa con grandes pantallas. No del edil que trabaja en su pueblo”, matiza.

Critica que “la casta vive en un palacio de cristal que la aleja de los ciudadanos”. “Si le digo a mi madre que me van a pagar 8.000 euros al mes como político me va a decir que eso es ilegal”, señala el líder de Podemos, que no ve normal que un eurodiputado “cobre más que un cirujano o un funcionario de nivel”.

A su juicio, PP y PSOE “son lo mismo en cuestiones estratégicas”, porque “rescataron a los bancos y han votado el 70% de las cosas juntas en el Parlamento”. “Se parecen demasiado, aunque esa homofobia que encontramos en los dirigentes del PP no la encontramos en los del PSOE”, opina Iglesias, que defiende que “hay que acabar con el secretismo a la hora de hacer política, con las reuniones en reservados de restaurantes donde se toman decisiones al margen de los ciudadanos”.

Apuesta por una “democracia participativa” y dice que el hecho de que Podemos “no sea un partido jerárquico no implica que no se puedan tomar decisiones”. Defiende la nacionalización de algunas empresas, una posibilidad que “viene en la ley” y cree que el Gobierno podría intervenir empresas cuando estas lleven prácticas oligopólicas “para garantizar que ningún ciudadano se quede sin luz ni calefacción”. “Esto no es una cosa de derechas ni de izquierdas sino algo que viene en la Constitución”, dice Iglesias, que critica que “ni PP ni PSOE lo cambian porque luego tienen a sus ministros en las consejos de administración de eléctricas”.

En este sentido, apuesta por regular la entrada de los políticos en la empresa privada, para evitar las “puertas giratorias en las empresas estratégicas”. Opina que un político, después de haber sido ministro no puede sentarse en el consejo de administración de una empresa a la que ha favorecido desde el Gobierno y cree que estas prácticas son “una estafa a los ciudadanos, corrupción legal e institucionalizada”. “¿Por qué fichan a Aznar? ¿Por qué es un genio de las finanzas? Porque les ayudó cuando estaba en el Gobierno”, ha dicho.