Gonzo ha entrevistado a varias víctimas de ETA para comprender mejor por lo que están pasando las víctimas del franquismo. Las víctimas de la banda terrorista mantuvo una lucha en solitario para que la sociedad y sus instituciones reconociesen el sufrimiento provocado por los atentados de la organización. En 1999, culminaba ese camino con la aprobación de la ley de solidaridad con las víctimas del terrorismo.

Para resaltar la soledad a la que se enfrentan las víctimas del franquismo, Gonzo ha hablado con tres personas cuyas vidas quedaron marcadas por la violencia etarra: Robert Manrique, víctima directa del atentado de Hipercor en Barcelona en 1987; Carmen Hernández, viuda del concejal de PP en Durango Jesús María Posada; y con Rosa Rodero, viuda de Joseba Goikoetxea asesinado en 1993.

El olvido institucional que tuvieron las víctimas de ETA les ayuda a comprender mejor lo que están atravesando las víctimas del franquismo. Entienden que las víctimas del franquismo se sientan víctimas de segunda en España. “Siempre ha habido categorías”, comenta Rosa Rodero. “Estamos preocupados por encontrar nuestros antepasados en Atapuerca y no a nuestros antepasados de hace 80 años”, asegura Robert Manrique.

No creen que el Gobierno responda correctamente a las demandas de las víctimas del franquismo. “Yo no veo que se esté haciendo nada por las víctimas del franquismo en este momento. Yo creo que intentan hasta no hablar de ellas”, explica Rosa Rodero. Además, asegura que el apoyo a las víctimas por partes de las instituciones es muy importante para ellos y que “tendríamos que pedirle a nuestro partidos que por favor se cierre esa parte de la historia” para paliar el dolor.