laSexta emite este jueves, a partir de las 22.30 horas, dos nuevas entregas de Comandancias. En la primera emisión, La huella del homicida, la Guardia Civil de Valencia encuentra un cadáver en una vivienda de la localidad de Llíria. Miembros de la Policía Judicial  y Científica comprueban durante la inspección ocular que se trata de un homicidio producido durante el asalto a la casa de la víctima: un hombre de 56 años.

Los agentes sospechan que los autores del asesinato pueden ser los componentes de una banda de delincuentes que asaltan viviendas, e inician la investigación.  Recogen pruebas en el lugar del crimen, elaboran un croquis de la zona, verifican todas las cámaras de seguridad, pinchan teléfonos hasta cercar a los presuntos autores. Los agentes deciden intervenir cuando tienen los indicios suficientes y para prevenir un nuevo atraco. En el asalto a la vivienda de los sospechosos encuentran armas y la prueba definitiva para poder imputarles el delito de homicidio; un rollo de cuerda idéntica a la utilizada para maniatar a la víctima de Lliria.

A continuación llegará la segunda entrega, La ruta de la falsificación, La investigación se inicia en un mercadillo de Pontevedra, donde han puesto a la venta una gran cantidad de ropa y zapatos falsificados. Se trata de falsificaciones de gran calidad. Los agentes quieren lo localizar la procedencia de estos artículos y ponen en marcha La operación mercados.

El seguimiento de algunos vehículos los lleva a una fábrica de Portugal. Tras adquirir artículos de lujo reales, copian el patronaje y lo fabrican a nivel industrial. Después lo introducen de nuevo en el mercado como un producto auténtico.

Miembros de la Agencia Aduanera, Policía portuguesa y Guardia Civil entran en la fábrica lusa pero no consiguen parar la producción porque carecen de autorización judicial. Los agentes montan un dispositivo en la frontera española e incautan una furgoneta repleta de mercancía falsificada. También localizan la una agencia que distribuían el género en 16 provincias de España. Los diez detenidos pagaban con dinero negro y se les incautó de 30.000 prensas falsificadas.