Leo Harlem lo tiene claro. Las Olimpiadas no están pensadas para los españoles, sino "para los guiris". "Desde el primer minuto, desde la ceremonia inaugural", asegura. "3.000 tíos en chándal, paseando como tontos... ni un canapé, ni una garimba ni nada", comenta.

Además, "los premios son ridículos", denuncia. "Un tío que se está entrenando cuatro años, ocho años, doce años... y de repente una medallita", reprocha. "El español que quiere una medalla se la encarga en la joyería y con lo que le gusta a él: Camarón, Pitingo, dos guitarras cruzadas… Hablo de medallas para fardar", asegura el humorista.

Harlem también ha reivindicado unas pruebas olímpicas "más sensatas" y "acordes a nuestro espíritu español". "Corre, corre... Un español para correr necesita una motivación importante: un toro de 500 kilos, una pareja de la Guardia Civil", afirma.

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