Y así, explica una cita que tuvo con una guapa malagueña. Le llevó a cenar "a un restaurante alternativo".

Según Rovira, el camarero les recibió con "un mantel en el brazo", les tomó nota "con una gameboy", y la chica le dijo que quería "una ensalada César"... Esto último le sorprendió a Rovira: "¿Pero de qué conoces tú al camarero?" "Yo quiero unos gnoquis, que no sé lo que es pero me hace mucha gracia pronunciarlo".

Pero... "Siempre la cagáis al final", cuando las chicas decís que compartís el postre que ya ha pedido el chico... "Cuando un colega me dice: 'Mira qué calzonazos', le digo: No, es un medio-postres".