Schengen es algo tan antiguo que, el mismo día en que nos explicaban qué había firmado España, coincidía con el momento más dulce de Robert Prosinečki.

Schengen se puso en marcha en 1995, y hasta 2011 fue inviolable. Desde entonces, por cuestiones  de seguridad, como el ataque al 'Charlie Hebdo', pero especialmente por la inmigración, y no precisamente la oleada más reciente, las fronteras vuelven al discurso.

La primera, el Mediterráneo, la más difícil de superar, con casi 3.000 muertos en lo que llevamos de 2015.

En los últimos días, se ha hecho viral una versión de 'Super Mario Bros' diseñada por un refugiado sirio. En ella, negocia por contrabandistas, paga, se enfrenta al mar y, finalmente, choca con las alambradas.

En Europa se han construido o proyectado 324 kilómetros para esta crisis, el doble que el muro de Berlín.

Hungría ha bloqueado ya la frontera y aumentado la vigilancia, Eslovaquia ha colocado 220 policías y Austria ha movilizado a 2.200 en su frontera con Hungría. Por su parte, Alemania ha cerrado sus puertas, situando a otros 2.200 policías en los controles.