Lexi Sinclair es una mujer de Kansas que decidió aprovechar el buen tiempo para pasar el día con su hijo de cuatro meses, Christian, en la piscina. Lo que parecía un plan divertido, acabó siendo un verdadero ejemplo de discriminación e intolerancia por parte de algunas personas que compartían con ella la tarde en el recinto.

Lexi cuenta lo que ocurrió aquella tarde en su cuenta personal de Facebook. Según la madre primeriza, mientras le estaba poniendo el gorro a su hijo para protegerle del sol "una señora de más de 50 años se acercó y comenzó una conversación" acerca de su hijo.

"Me preguntó su edad, cuánto pesa, cuánto duerme...", una conversación aparentemente normal, pero que no acabaría ahí.

"Después continuó diciéndome que los hombres en la piscina estarían más cómodos si llevase un bañador en lugar de un bikini, porque un bikini no es apropiado para una madre, especialmente una que 'todavía se está recuperando'".

Lexi cuenta que en aquel momento se sintió avergonzada, pero lejos de dejarse llevar por el enfado, su reacción fue más efectiva: "Estoy orgullosa de mi cuerpo. En sólo un año he perdido 17 kilos. He engendrado a un ser humano y dado a luz a un precioso milagro. Así que no, mi cuerpo quizás no sea la mejor vista que quieren ver otros hombres. Mis estrías y mi abdomen quizás no sean atractivos, pero son la prueba de que he hecho algo increíble."