En el vídeo se observa como la madre se sienta con los ojos cerrados dispuesta a disfrutar del peinado de su hijo. Todo transcurría con normalidad. El pequeño le pregunta a su madre si le puede cortar el flequillo. Ella confía y deja que su hijo se estrene con la tijera.

El mechón que cae por su cara le hace intuir que le ha cortado algo más que un flequillo. El tamaño del pelo explica la cara que se le queda a la mujer tras ese desafortunado corte. Ella se queda atónita y en estado de shock. La próxima vez se lo pensará dos veces antes de confiar en su 'peluquero' personal.