Cassidy es un gato nacido en un bosque de Canadá y que, según sus rescatadores, es un milagro médico. La razón es sencilla: perdió sus dos patas traseras al nacer y, aún así, logró sobrevivir. Cuando el equipo de Tinykittens lo encontró, no podía comprender que el pequeño siguiera con vida a pesar del hambre, las heridas y la infección que se estaba adueñando de sus extremidades traseras.
El gatito no se había rendido y sus rescatadores decidieron que ellos tampoco lo podían hacer. Gracias a la ayuda del equipo veterinario del Hospital Veterinario Mountain View, Cassidy se curó.
Además, gracias a la destreza de Andrew, de Handicapped Pets Canadá, puede valerse casi por sí mismo, ya que es quien ha construido la silla de ruedas de Cassidy, la más pequeña que había hecho nunca y gracias a la cual el pequeño gatito ha demostrado que sus ganas de vivir están por encima de cualquier obstáculo.