Los bomberos tardaron una hora en conseguir quitar de la cabeza del joven el microondas sellado. Su idea era meter la cabeza en el microondas, cerrarlo con cemento de secado rápido y poder respirar a través de un tuvo metido por un orificio del aparato.

El problema vino cuando el cemento se secó, no podría sacar la cabeza y el tubo de respiración se bloqueó. Sus amigos intentaron romper el microondas pero no lo consiguieron.

Uno de los bomberos aseguró a la BBC que podría "haber resultado gravemente herido" y ha explicado la brillante idea de este grupo de amigos: "Su cabeza estaba protegida por una bolsa de plástico sobre la que vertieron el cemento para poner después el microondas. La mezcla se endureció rápidamente y, para cuando nos llamaron, ya habían estado tratando de liberarlo durante una hora y media".