13 años, ese ha sido el tiempo que ha tardado Khalil Rafati en dar la vuelta a su vida gracias a su capacidad de superación. En aquellos años vivía en la calle en un barrio de Los Ángeles, era adicto a la heroína, y su vida parecía tener pocas salidas.

Sin embargo, el testimonio que cuenta en su libro 'I forgot die' demuestra que con esfuerzo, todo es posible. Khalil trabajaba en un negocio de coches de la ciudad, pero su vida dio un cambio radical cuando descubrió las drogas.

Estuvo cerca de morir en 2001 a causa de una sobredosis, pero afortunadamente, los médicos le salvaron la vida. Tras varios sucesos, Rafati quiso recuperar las riendas de su vida, y decidió dejar las drogas tras "tocar el fondo de los fondos, donde no podía llegar más abajo", según él mismo declará a The New York Times.

Tras superar el problema, consiguió un trabajo y comenzó a luchar por ayudar a personas que lo estaban pasando mal por culpa de las drogas. Con este objetivo abrió la Riviera Recovery, un lugar para que adictos y alcohólicos en proceso de recuperación pudieran vivir de forma temporal.

Posteriormente, Khalil comenzó a conocer más profundamente el mundo de la alimentación, y se le ocurrió la idea de empezar a fabricar zumos para los enfermos de la Riviera Recovery con el objetivo de aportarles energía y comida saludable.

Sus smoothies pronto ganaron fama, muchos residentes de la zona de Malibú empezaron a comprarlos. "Mucha gente de fuera venía a Riviera Recovery sólo para probar mis smoothies. Era bastante embarazoso ya que esa gente no formaba parte del programa de Rivera Recovery", explica.

Ante el éxito que consiguió, Rafati decidió abrir una franquicia en la zona, que se ha extendido a diferentes zonas de Los Ángeles. Consciente de su pasado, en sus tiendas trabajan personas que están saliendo del mundo de las drogas y que necesitan la misma ayuda que él buscaba años antes.