El testimonio de sus padres fue, si cabe, más estremecedor, afirmando que el pequeño consumía más de 40 cigarrillos diarios.

En declaraciones al portal Inquisitr, su madre ha afirmado que el pequeño Ardi "se daba cabezazos contra la pared si no podía conseguir lo que quería. Por eso le daba cigarrillos al principio, debido a su temperamento y a su llanto".

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El hecho de que esta noticia se conociera a nivel mundial provocó que el Gobierno de Indonesia tuviera que tomar medidas, sometiendo al menor a un tratamiento especial para superar su adicción a la nicotina.

Durante este proceso tuvo que iniciar otro tratamiento paralelamente, ya que al abandonar la nicotina empezó a comer compulsivamente, lo que hizo que sus padres tuvieran que sufragarle otra terapia.

Finalmente y seis años después, Ardi Rizal ha conseguido superar sus adicciones y llevar una vida más saludable de la que llevaba cuando era, prácticamente, un recién nacido.