Con esta iniciativa se pretende que los niños que no sufren problemas de discapacidad entiendan como se sienten sus compañeros que si la sufren. "Esta competición es donde ellos ven que son miembros de la sociedad, que son uno más y que pueden hacer lo que todos sus compañeros hacen", explica Anabel de la Rosa, profesora del Instituto Isaac Newton.

Jugando al baloncesto, niños como Gabriel no fallan cuando lanzan de pie, pero la cosa cambia cuando tiene que encestar sentado en una silla de ruedas. También ocurre con el lanzamiento de peso y de jabalina. Ninguno de los niños ha hecho trampas en esta nueva manera de practicar deportes entre los más jóvenes.

Carlos Rolandi, Director Técnico Fundación También ha destacado que "en todos los colegios detectamos que las personas con discapacidad tienen muy pocas posibilidades de hacer deporte". Muchos de los profesores también han manifestado que a muchos chavales con discapacidad les cuesta integrarse en el recreo, pero después de esta primera edición de juegos inclusivos se espera que la integración entre todos los compañeros sea mucho más positiva.