Las sillas y goteros salen de las habitaciones y pasillos para celebrar el Día del Niño Hospitalizado con el objetivo de olvidarse de la rutina de quien está ingresado.

La magia corre a cargo de quienes llevan varita, pero quienes hacen trucos día a día son las familias de los pequeños. "Es complicado pero se va llevando", explica un padre.

Ellos también reconocen la gran labor de los profesionales sanitarios pediátricos que son ya parte de la familia. "Nos han ayudado mucho y nos lo han puesto muy fácil", explica una madre.

Impulsado por la Fundación Atresmedia, el Día del Niño Hospitalizado se basa en lanzar besos de forma masiva en 180 hospitales del país, porque un día distinto allí es pura medicina y eso se nota. Beneficios para la salud que también tienen el ocio y la diversión.