Martínez, que ha estado
en el país africano desde el 21 de julio hasta el 14 de agosto, relata que todo
comenzó cuando se compró una impresora 3D para "cacharrear" a
principios del año, cuando ya tenía planeado pasar unas semanas de verano de
voluntariado en un orfanato en Kenia. "De repente vi que había empresas
que utilizaban esta tecnología para hacer manos protésicas, pero no existía
ningún modelo para gente que no tuviera codo", explica.
"Como no había
manos protésicas descargables de Internet ya hechas para gente a la que le
faltaba el codo, pensé: me quedan tres meses para mi viaje, a lo mejor puedo
diseñar algo. Entonces me puse a diseñar una prótesis nueva de brazo
entero" señala.
En ese momento, decidió
unir ambos proyectos. "Contacté con el orfanato en el que iba a estar
ayudando en verano y les dije que yo iba a ir en julio, les conté mi proyecto,
y les interesó. Se pusieron en contacto con gente del pueblo y con el
hospital", explica.
En este contexto,
precisa que desde Kenia le mandaban fotos de personas que por diferentes
causas, como problemas de nacimiento, ataques de epilepsia con los que se
queman el brazo o amputaciones "de mala manera", entre otras, no tenían
o no podían mover el codo.
Según matiza, el
mecanismo funciona introduciendo el brazo por la parte de arriba manteniéndolo
estable mediante un arnés en el pecho. De esta manera, se coloca en el cuerpo y
en el momento en el que levanta el brazo hacia arriba, la mano cierra y hace un
movimiento prensil, cerrándose y permitiendo coger objetos sin problema.
El joven expresa que
mientras avanzaba en su proyecto no era consciente de la repercusión del mismo.
"No me había dado cuenta de lo que estaba haciendo. En el momento en el
que les di las prótesis me quede en shok. Ahora estas personas van a poder
tener una vida totalmente diferente a la que habían tenido", señala.
"Vino un profesor y
me invito a comer y me decía: nadie me ha dado ayudas para recibir una prótesis
de ningún modo, y vienes tú y me la das gratis totalmente" añade para
señalar que "todo el mundo ha sido muy agradecido" puesto que han
recibido una ayuda que "no esperaban en absoluto".
"También es mucha
presión. Tienes que asegurarte de que funcione y de haberte guiado bien solo
mediante fotos", añade tras relatar que en una de las ocasiones hubo
"un poco de tensión" puesto que en un primer momento la prótesis no
estaba dando resultado. "Al final he conseguido arreglarlo y ha salido
bien", confirma.
Martínez ha asegurado
que "esto va a seguir" puesto que se trata de un proyecto en el que
va a continuar colaborando de manera personal. "Voy a seguir colaborando
con la ONG para ir mandando desde España más prótesis a personas que lo
necesiten de manera personal", concluye.