Un fin de semana de
solidaridad a raudales que comenzará el viernes, el objetivo de la gran recogida es superar los 22 millones de kilos de alimentos no perecederos
conseguidos el año pasado. Un gran reto para el que se necesitan muchas manos que
ayuden.
Por eso, 129.000 voluntarios,
repartidos en 11.000 establecimientos dedicarán cuatro horas de su tiempo a
ayudar a los donantes a pie de tienda y también a empaquetar todos los alimentos
que llegarán a un millón y medio de personas que, según el banco de alimentos,
atraviesan una situación precaria.
Ayudar a los necesitados
pero también concienciar y luchar contra el despilfarro de comida. Por eso, desde el Banco de Alimentos
recuerdan: los productos más necesitados este año son aceite, leche,
precocinados, alimentos infantiles y latas de conservas. Colaborar es un pequeño
gesto cada vez más habitual, tanto, que sitúa a España a la cabeza de Europa en
solidaridad.