Salen de Lorca rumbo a la otra punta del país y lo hacen corriendo sin parar. De noche, sin descanso, con relevos cada 20 kilómetros y de día, soportando temperaturas de infarto.

Son cinco días, 114 horas seguidas, 1.143 kilómetros sin parar, hasta llegar a Santiago de Compostela y todo por un fin solidario: ayudar a los afectados por esclerosis múltiple de Lorca.

Los 24 corredores han tenido muy presente los terremotos de 2011 con un particular testigo: "Este es un pergamino que a causa del terremoto despareció y hemos traído un trozo para dárselo al Apóstol Santiago". Dicen que ni los terremotos les paran para seguir corriendo por una buena causa.