María José trabaja como ginecóloga en España y ha aprovechado sus vacaciones para irse de voluntaria a la India, donde ha sido un apoyo fundamental en el área sanitaria. "Les he ayudado en el tema de la infertilidad, tema en el que yo estoy más polarizada. He colaborado en el quirófano, en el paritorio", ha explicado.

Pero ella no es la única que quiere ayudar fuera de las fronteras del país. Un 8% de la población española se dedica en sus vacaciones al voluntariado.

Soledad se fue a Kenia y con su ayuda, pudo transformar en hogares sitios olvidados por la sociedad. "Había días en los que no teníamos agua, días en los que no teníamos luz, muchas veces había ratas. Tener que adecuarse a estas condiciones fue bastante duro y ellos la viven en el día a día", explica.

Situaciones dramáticas por las que Ecuador, México o Grecia se incluyen en la lista de destinos preferidos por los voluntarios españoles.

Conmovida por la crisis de los refugiados, Mercé se trasladó a los campos helenos donde miles de personas malviven esperando a poder cruzar hasta centroeuropa."La vida del campamento hoy es blanco y mañana es negro. Con lo cual siempre el día a día es la improvisación", señala.

A pesar de no haber descansado en sus días libres, todas las voluntarias califican la experiencia como inolvidable.