"Se dijo en su día que eran hasta 17.000, pero la cifra ha bajado ostensiblemente, no porque España la haya bajado, sino porque la ha bajado la UE", precisa en una entrevista el titular de Interior. Hasta la fecha, nuestro país ha acogido a 1.488 solicitantes de protección internacional, de los que 1.070 lo han sido vía reubicación y 418 por la de reasentamiento.

Zoido se muestra convencido de que a lo largo de este año puedan reasentarse desde Turquía y Líbano las 1.449 personas apalabradas, aunque reconoce "problemas" con la reubicación, que suponían el grueso, porque no es un proceso "ágil", ni para España ni para el resto de países europeos.

En todo caso, se hará "un esfuerzo para ser capaces de atender a los reubicados en la cuantía que nos termine de fijar la UE, que no llegará en ningún caso a los 17.000", asegura el ministro, que prevé que esa cifra final será menor de los 10.000 y se situará "en torno a 7.000 ó 7.500".

Un esfuerzo en el que no se va a escatimar pese a que España debe hacer frente a un nuevo récord de peticiones de asilo, que en 2016 alcanzaron las 15.570, un 7 % más que en 2015, según datos de Eurostat. En lo que va de año, ya se han registrado 12.992 demandas de protección internacional.

Paralelamente, soporta una "fuerte presión migratoria": las llegadas de inmigrantes a las costas españolas han ido en aumento desde 2013, aunque con una tendencia irregular: mientras en el Estrecho se han incrementado un 130 % respecto al mismo periodo de 2016, en Canarias han caído un 66 %.