Lejos de retractarse de sus vergonzosas declaraciones, Daniel Ventura, el consejero de Bienestar de Melilla, ha afirmado: "Lo sorprendente es que puedan aparecer padres con esa facilidad de la mano de una ONG". Se refiere a la familia de Soufian, el joven que falleció la primera semana de enero en un centro de menores en Melilla. Ventura no ha querido recibir a sus padres. "Yo ya no le tengo que decir nada a los padres. Para que vengan a llevarse un cadáver, lo que tenían que haberse llevado es a su hijo", afirmaba días atrás. Un hijo al que ataca directamente: "Era drogadicto".

Su familia, destrozada, se defiende. "No se creen la versión oficial de que pudiera morir por un consumo de drogas", ha destacado José Alonso, uno de los abogados de la familia. Además de Soufian, también perdió la vida la última semana de diciembre Mamadou, a la espera de la autopsia, según el consejero, por un fallo cardíaco tras una pelea.

Sin embargo, las ONG denuncian que el personal del centro también pudo tener algo que ver. "Está sin especificar si la paliza fue entre chavales o con el servicio de seguridad", señala José Palazón, miembro de la ONG Prodein. La oposición en Melilla coincide. "Lo único que puede hacer este señor es dimitir", ha afirmado Eva García, diputada de Unidos Podemos.

El coordinador de Ciudadanos en Melilla, Eduardo de Castro, se ha unido también a las críticas de García: "No quiero que me gobierne una persona tan insensible". Una situación complicada, aseguran, la que viven los más de 635 menores en Melilla. En modo irónico, el consejero ha terminado sus declaraciones alentando a todos los activistas a que acojan a estos niños.