Se sitúa al sur de Escocia, contiene cabañas, un puerto natural, una playa y un faro, según 'Independent'. El precio tan bajo por el que se vende es debido a que en el año 1960 dos turistas encontraron el cuerpo de Hugh Clark, el guardián del faro, sin vida. El suceso apareció en todos los periódicos nacionales.

Robert Dickson, compañero del guardián, fue detenido y condenado a cadena perpetua por asesinato. Ahora, David Corrie, experto inmobiliario, afirma que "las islas privadas rara vez salen a la venta a un precio tan asequible y menos si cuentan con una casa habitable y propiedades adicionales", según 'Independent'.