“Hace 48 horas nos dijeron que había una gran crecida del río Guadiana, en parte por las lluvias y en parte por el desembalse de los pantanos de la zona, que están al límite de su capacidad. Estos pantanos han empezado a soltar agua y el cauce del río ha triplicado su capacidad", asegura Nemesio Moto, joven desalojado de la localidad de Barbaño.

"Ayer por la tarde, desde protección civil nos dijeron que existía la posibilidad de desalojo, pero no nos dijeron la hora estimada. Entonces empezaron a sonar las campanas de la iglesia del pueblo, que sólo suenan cuando sucede algo grave, y nos dijeron que teníamos media hora para coger algunas pertenencias y montarnos en los siete autobuses que nos habían preparado con destino al polideportivo de Montijo, la localidad de la que depende Barbaño”, explica el vecino de Barbaño.

“A las 23:30 se declaró el nivel 2 de alerta y el mayor riesgo estaba a las 4 de la madrugada, pero el agua no llegó al pueblo y desde entonces el cauce del río ha decrecido. No obstante, la situación sigue siendo delicada y a la cercanía del río Guadiana se suma que el sistema de alcantarillado del pueblo está anegado y ya no filtra más agua, por tanto todo esa sale a la superficie y se está se está acumulando en las calles", cuenta el joven barbañero.

“Los más de 600 habitantes de Barbaño estamos viviendo la situación con incertidumbre porque no sabemos cuándo vamos a volver, de momento esta noche también dormiremos, muchos de nosotros, en el polideportivo de Montijo. Según nos han dicho la mayor crisis puede llegar esta madrugada, porque aún sigue lloviendo y el río continúa creciendo. Además, hay un dique de contención que se está tambaleando”, relata el vecino de la localidad pacense.