Las fallas ya pertenecen a toda la humanidad y la cuestión ahora es saber en qué se va a traducir esto. "La declaración permite que las Fallas puedan jugar en la Liga del Turismo Cultural, lo que permite acceder a ayudas", asegura Josep Lluís Marín, redactor de la candidatura Fallas.

Así ha sucedido, a menor escala, en Algemesí, cuyas fiestas patronales fueron declaradas patrimonio de la Humanidad en 2011. "Los primeros años subimos el 50% de las visitas y ahora estamos en un 60% más. Estamos en el mapa internacional del turismo cultural", explica el director del Museo de la Festa de Algemesí, Julio Blasco.

Las Fallas son música, luz, color, pólvora... pero si algo las identifica son ellos: los Ninots. Los artistas falleros recibieron así la noticia. "Hemos recibido la noticia con ilusión y estamos a la espera de ver en qué realmente repercute", asegura Carlos Herrero, artista fallero.

Carlos lleva sólo tres años haciendo fallas y su futuro se ve algo mejor con la protección que concede la Unesco porque la situación del gremio esconde una realidad. "Los artesanos en sí están mal pagados porque la artesanía conlleva mucha mano de obra, por lo que deseamos que esto sirva para mantener ese espíritu de bien inmaterial", asegura Ximo Esteve, vicemaestro mayor de los artistas falleros.

Esta vez el mundo fallero aguarda la lluvia, pero de bienes.