Sergi Campillo, el concejal de Gobierno Interior, ha explicado que el contrato será de dos años con dos prórrogas. Exigirán mantener los precios fijos y no superar los firmados con otras administraciones. "Queremos que la energía sea verde. Estamos en situación de cambio climático y este Ayuntamiento tiene un compromiso", ha dicho el alcalde Joan Ribó.

Ya existía un convenio, pero ahora se firmará en el contrato el no cortar la luz a personas en riesgo de pobreza energética. Primero deberán consultar los informes de Servicios Sociales para saber si la familia puede o no pagar, y a partir de ahí, se tomará una decisión.

"Se han rebajado los criterios de solvencia económica de las empresas eléctricas, que antes era tres veces el importe de licitación y ahora será a 1,5 el valor del contrato del lote. El objetivo es que puedan optar otras empresas más pequeñas", ha dicho el concejal Campillo. En Madrid se exige la energía verde y en Bacelona existe el suministro propio.