Una oveja se ha paseado encantada por la S-30, la carretera sevillana, y ha obligado a los coches a pararse: en un vídeo se ve como camina ociosa, pasando revista a los conductores, los tutea sin el menor pavor, no se hace cargo de sus prisas, ni de su jefe, ni del tráfico, ni del colegio del niño. Ella manda y son los humanos, la cima de la cadena evolutiva, los que obedecen y no tienen ni idea de que hacer.

Los servicios de emergencia recibieron 50 llamadas de conductores bloqueados hasta que al final, dos se lanzaron y actuaron consiguiendo retirarla de la circulación.

No hubo accidente que lamentar y el tema se ha quedado en una jugosa anécdota para exprimir bien entre los compañeros en la oficina.