Todo sucedió en Queensland, en Australia, cuando Neille saltó al agua sobre un tiburón al que pretendía cabalgar. Bien es sabido que cabalgar a en el agua sobre un animal marino es casi imposible, pero este hombre no debió pensar con lógica.

Tras meterse en el agua, el animal y él tuvieron un forcejeo que acabo con un mordisco en el muslo del australiano: un movimiento lógico cuando el animal se ve en peligro. El animal escapó, pero como respuesta, Neille y sus amigos terminaron matando al tiburón para mostrarlo como un trofeo.