En Sagunto hay un nuevo vigilante de seis kilos de peso, fibra de carbono, rápido despegue y dispuesto a pelear contra viento y marea. Está creado para moverse como pez en el agua y con triple misión, coordinarse con los socorristas y también localizar.

"Tiene cámara térmica que lo que nos permite es poder visualizar a personas desaparecidas en el medio acuático", dice Adrián Plazas, director general de drones.

Y el último objetivo del dron es responder rápidamente. "Reducir tiempo en este estado es salvar una vida", comenta José Vicente Muñoz, concejal de playas del Ayuntamiento de Sagunto.

Se calcula que un equipo de salvamento a bordo de una moto acuática tarda en una playa dos minutos y medio en llegar a un accidentado en el mar. Con este sistema, se pretende recortar ese tiempo vital y que se reciba una primera asistencia en 40 segundos.

"Como piloto, una vez que haya hablado con los socorristas, me guían y cuando vea a la persona me coloco encima y le suelto un flotador", dice Nico Quade, piloto de drones.

"Con una pastilla de sal, en contacto con el agua, directamente se inflaría", afirma Enrique Fernández, de 'General drones'. Ya conoce los 13 kilómetros de costa en Puerto de Sagunto. A punto para actuar en el mar pero deseando, desde tierra que no sea necesario.