El oso pardo que fue encontrado por unos turistas muy cerca de la entrada a la Reserva Natural Integral de Muniellos (Asturias), en el concejo de Cangas del Narcea, murió como consecuencia de un disparo.

Se trata de un subadulto macho, de 105 kilos de peso, que se encontraba oculto entre la vegetación junto al camino de acceso a las localidades de Tablizas de Muniellos y Moal. Se ha realizado en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León la necropsia y, según los resultados preliminares, todo apunta a que murió por un disparo.

El cadáver presenta un orificio de entrada en el flanco izquierdo a la altura de la costilla flotante 12. También se han tomado muestras de tejidos y fluidos corporales para estudios toxicológicos y histopatológicos pertinentes.

La necropsia ha sido dirigida por el catedrático de anatomía patológica Juan Francisco García Marín, y por veterinarios de la Dirección General de Recursos Naturales y del Serida del Principado de Asturias. La investigación de los posibles delitos se encuentra en manos del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil.

Los hechos también serán trasladados a la Fiscalía de Medio Ambiente del Principado de Asturias, dado que el oso pardo es una especie protegida y en peligro de extinción. El Fondo para la protección de los animales salvajes (Fapas) ha cuestionado la política que lleva a cabo el Gobierno asturiano para proteger la población de plantígrados y ha relacionado la muerte del oso con las batidas de jabalí.